Entradas populares

martes, 10 de septiembre de 2013

Para correr también debemos ejercitar a la MENTE.

No solo tenemos que entrenar al cuerpo: para correr también debemos ejercitar a la MENTE.
 
          Efectivamente: debemos disciplinarla para cumplir las estrategias de carrera predefinidas (no modificarlas en la mitad de la competencia) y acostumbrarla a siempre pensar en positivo.

           Lo que nos mueve a enfrentarnos a nuestros propios máximos son la propia genética, el instinto, la búsqueda de los límites físicos y sicológicos, el afán de superación, de aventura, o los estímulos que nos proporcionan las campañas de promoción de las competiciones. Esos estímulos provocan un efecto: la MOTIVACIÓN.

           La preparación sicológica es el complemento ideal de la preparación física. Es un trabajo a muy largo plazo y se debe realizar día a día. Es creerse que se puede, es estar convencido de que lo vamos a lograr, poniéndose un objetivo lógico, criterioso, en función de lo que se entrenó. Como principal oponente a ésto, vamos a tener al DOLOR.

           El atleta que desee dar el máximo rendimiento deberá soportar un dolor que supera su propia imaginación y capacidad. Si atravesamos la barrera del dolor, si nos adentramos en el terreno de la auténtica agonía, seremos quienes consigamos los objetivos.

        Si preparamos nuestra mente para que, activada por la motivación, nos ayude a superar la incomodidad del dolor, lograremos llevarnos a nuestros límites máximos posibles de rendimiento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario