El ráppel también es utilizado en rescate, tanto en los medios naturales como en los urbanos, así como en operaciones militares.
Algunos expertos consideran que el rápel está encuadrado en el sexto grado de dificultad, uno de los máximos para las opciones humanas. Es verdad que al llevar a cabo la actividad del rápel el cuerpo queda sujeto sólo por los útiles que se usan.
Es una experiencia personal e individual, ya que despiertas sentimientos encontrados cuando haces el primer descenso, algo que no explica, con la adrenalina full te vuelves adicto/a a ella queriendo deslizarte en esa cuerda una y otra vez logrando piruetas donde nunca pensaste qué harías, teniendo presente que entre la cima y el abismo solo hay una cuerda y un equipo que depende tu vida, sin embargo lo vuelves intentar.
