Realizaron muchas subidas en ese verano, algunas con sus hijas, otras, con amigos, y algunas más, ellos solos. Un día hermoso, a principios de septiembre, escalaron el Dent Blanch; sus vistas eran magníficas y pasaron un largo tiempo examinando el Dent d`Hérèns, el próximo pico al Oeste del Matterhorn. El Dent d´Hérèns de 4.171 metros, era una de las pocas cimas en el Valais a la que no habían llegado nunca. Fallaron en dos tentativas por el mal tiempo, y ahora ese pico estaba primero en su lista.
El lunes 25 de septiembre, Dorly y Frédy se fueron de Survigne para ir a los Alpes, sin decirle a nadie donde iban. Sólo tenían tiempo para un último ascenso antes de irse en un viaje a Buenos Aires y a Santiago, donde planeaban visitar familiares y amigos.
Dorly Marmillod en Plaza de Mulas,
campamento base en el Aconcagua, 1948
El martes fue un día muy bueno, y el miércoles, amaneció soleado; luego, a la tarde, una tormenta repentina pasó por las elevaciones más altas, durando hasta la noche. Mariette estaba esperando un llamado de sus padres el jueves por la noche, y se sorprendió el no recibirlo. También pensó que era raro que no contestara nadie el teléfono en Survigne. El viernes, todavía no había respuesta; para el sábado a la mañana, Mariette y sus hermanas estaban desesperadas; llamaron a varios amigos escaladores para organizar un grupo de rescate, pero ¿dónde habían ido Frédy y Dorly? Luego, Christiane, recordó un comentario que le había hecho Dorly sobre Aosta.
El sábado, a la mañana temprano, diez autos subieron hasta la plaza central de la ciudad italiana. Reunidos, estaban todas las personas que las hermanas habían podido avisar durante la noche. Muchos eran escaladores cargados con equipo de rescate, el resto eran amigos y familiares que habían ido a ayudar de la manera que pudieran. Mapas de la región fueron entregados a los guías, y luego de revisar las rutas de la montaña, iniciaron la actividad.
Al mediodía, Doctor Bach encontró el auto de los Marmillod muy alto, en el valle Valpelline. Bach, avisó estas noticias al grupo de rescate y a los que estaban a la espera. En unos minutos, un helicóptero estaba en camino, llevando dos guías italianos.
La tripulación voló directamente a la cabaña, pero no pudo aterrizar en la morena. Como el helicóptero estaba suspendido en el aire, un guía saltó, entró en la cabaña para registrar, y volvió al helicóptero. Solo estaba la firma de Frédy, como registro de su pasaje el día martes a la noche. El helicóptero voló sobre la montaña y a los 300 metros debajo de la cima, la tripulación reconoció dos figuras en el glaciar. Era imposible aterrizar y muy ventoso para arriesgar la vida de un hombre, bajándolo por una cuerda. Luego de dar vueltas por unos minutos, el piloto aterrizó rápidamente sobre el lugar de partida.
La noticia fue recibida con dolor y desesperación por los parientes y amigos en Aosta; Frédy y Dorly, yacían congelados en el Dent d´Hérèns. Aparentemente habían sido atrapados por la tormenta del miércoles. Cuando los guías llegaron hasta ellos más tarde, encontraron la pareja con sus piquetas y grampones colocados, juntos como dándose calor. La cabeza de Frédy estaba entre sus manos y hombros, como cuando dormía en la cabaña sin almohada. Dorly se había acurrucado contra la espalda de Frédy. Ella solía dormir así para permanecer cálida, porque su circulación no era tan buena como la de él. Lamentablemente no llevaban elementos para pasar una tormenta o una noche, habían sucumbido rápidamente por la acción del viento y las bajas temperaturas, estimadas alrededor de 40º C bajo cero. Luego de una vida juntos, Dorly y Frédy, murieron haciendo lo que les gustaba.
Un papel fue encontrado en la guantera del auto; era una carta sin terminar que Dorly había escrito para una de sus hijas: mañana vamos a escalar el Valpelline para luego llegar a la cabaña, además: queremos realmente ver el Dent d´Hérèns de cerca, ésta espléndida montaña que no ha querido que la subamos hasta ahora.
Sus hijas hicieron un velorio conmemorativo en Lausanne unos días después; varios cientos de personas fueron, venían de cada lugar de Suiza, pues conocían a este excelente matrimonio de alpinistas.
Frédy Marmillod en Plaza de Mulas,
campamento base en el Aconcagua, 1948
En Survigne, Janine, Christiane, y Mariette comenzaron la triste tarea de arreglar y sacar las pertenencias de sus padres. Los hijos de Janine, Marcel y Patrick, estaban allí también. Los chicos de 12 y 8 años, pidieron la cuerda que su abuelo utilizaba para escalar. Janine se las dio y volvió a trabajar. Después de un tiempo, ella comenzó a extrañar a los niños, entonces volvió con sus hermanas y fueron a buscarlos, primero dentro de la caza, luego fuera.
Survigne esta construida con el techo que se inclina suavemente casi hasta el piso. Los dos chicos habían subido al techo y se habían atado con la cuerda. Uno estaba sosteniendo al otro, usando la misma postura y las mismas señales que realizaba su abuelo. Las hermanas se quedaron en silencio, observándolos desde abajo. En ese momento no vieron a Marcel y Patrick en el techo, sino a ellas, una generación anterior, en Sierra de la Ventana, cuando sus padres les enseñaban como era el manejo de la cuerda y los principios del escalamiento. Les dejaron silenciosamente a los chicos continuar con su juego.
Un mes después del velorio, una caja fue entregada en Survigne. Dentro, estaba la estatua de una marmota. Las marmotas, habían sido uno de los animales favoritos de Frédy y Dorly, simbolizando la paz y el aislamiento de las montañas. Dorly parecía haber tenido una afinidad con ellas, y a pesar de su corta visión, siempre las divisaba. La explicación por el animal fue encontrada entre los papeles de Frédy: él la había encargado ese verano sin decirle a nadie sobre ello. Colocaron la estatua en el jardín, como Frédy hubiera deseado. La montaña los había retenido para siempre. Profunda consternación produjo en el ambiente montañista, la noticia de su trágica muerte. Sus restos, cremados, fueron sepultados en Lausana, Suiza, el 6 de octubre de 1978, en el jardín de su casa, actual residencia de su hija Janine y familia.
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